BIENVENIDAS Y BIENVENIDOS AL ARCHIVO(1994-2014) de la Red de Solidaridad de la Maquila. Para información actual sobre nuestro trabajo sobre salario digno, derechos laborales de las mujeres, libertad de asociación, responsabilidad social empresaria y salud y seguridad en Bangladesh visiten nuestro sitio web, lanzado en octubre de 2015 www.maquilasolidarity.org/es
17-12-2012
8 de diciembre de 2012
Garrett Brown, Coordinador MHSSN
Traducido por la Red de Solidaridad de la Maquila
Faltan las palabras en momentos como estos: otro incendio de fábrica en Bangladesh; 112 muertos y 150 heridos; una ronda más de angustia y desesperación para las trabajadoras(es) y sus familias; otra ronda de respuestas negativas de las grandes marcas internacionales de ropa sobre su responsabilidad; otra ronda de promesas de las mismas marcas y sus contratistas de que "van a mejorar" mientras se niegan a reconocer que esto se debió a su sistema de producción que dicta que "las son ganancias primero y por encima de todas las cosas" que ha llevado a que se suceda un incendio tras otro.
Al menos 600 trabajadoras y trabajadores han muerto y cientos más han quedado heridos, algunos incapacitados de por vida, en estos incendios desde 2006. En septiembre de 2012, 289 trabajadoras(es) murieron en un incendio de fabrica en Paquistán, con cientos más heridos.
No obstante, todos saben exactamente la causa de estos incendios: grandes cantidades de materiales inflamables almacenados inadecuadamente; sistemas eléctricos dañados o sobrecargados; equipos contra incendios inexistentes o completamente inapropiados; y acciones de emergencia y planes de evacuación inexistentes o sin implementarse. Pero quienes controlan estas cadenas de proveedores -las marcas- se niegan a realizar alguna acción significativa que evite que más personas que hacen sus productos y hacen posibles sus ganancias estén perdiendo regularmente la vida.
La causa raíz de estos incendios es una cadena de proveedores que prioriza el "triángulo de hierro" de las marcas, que significa el menor precio / la mayor calidad / el tiempo de entrega más corto; al mismo tiempo que las fábricas contratistas reciben cada vez menores y mas delgados márgenes de ganancia, la regulación gubernamental pierde importancia por la corrupción y la falta de recursos, y las trabajadoras(es), desesperadas por trabajar, que no pueden negarse a tomar ningún trabajo, aún sabiendo que corren peligro. La codicia y corrupción corporativa literalmente matan.
Las trampas mortales de las cadenas de proveedores de la industria de la confección representan una crisis para todos los involucrados: para las trabajadoras(es), para las manufactureras contratistas, para las marcas internacionales, para los gobiernos de los países en desarrollo, para la industria de la "Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en expansión y para la profesión de salud y seguridad ocupacional. Ver las "Citas del Mes" para tener una perspectiva de los actores de cada nivel de la cadena de proveedores.
Es una crisis para las trabajadoras(es) porque se ven forzadas por el hambre y la pobreza a ir a trabajar todos los días sabiendo que pueden quemarse vivas.
En una crisis para las manufactureras contratistas a quienes las marcas (sus clientes) les niegan los recursos necesarios para mejorar sus instalaciones, pagar salarios dignos y tener una ganancia "aceptable", todo lo cual los obliga a tomar "riesgos inaceptables" con la vida y el nivel de vida de su fuerza de trabajo.
Es una crisis para las marcas porque sus reputaciones están, o deberían estar por el suelo, y llegará un punto en el que sus consumidores pensarán dos veces antes de comprar sus productos y cualquier empleado con conciencia buscará otro trabajo.
Es una crisis para los gobiernos de países en desarrollo, ya que es en ellos donde cada vez se manufacturan más productos de consumo, y carecen de recursos (humanos, económicos y técnicos) y de la voluntad política para proteger a sus propios ciudadanos. Es una crisis para la industria de la RSE debido a que los constantes incendios en fábricas son prueba fehaciente de que la "responsabilidad social empresarial" es falsa y es un fraude: todos los códigos de conducta, todos los monitores "independientes", todas las "auditorías sociales", y todas las consultoras y conferencias de RSE han fallado completamente en la industria de la confección global.
Es una crisis para la profesión de salud y seguridad ocupacional porque está siendo orientada a servir solo para "certificar" condiciones de trabajo en cadenas globales de proveedores. La fábrica de Paquistán, en la que un incendio mató a 300 trabajadoras(es), había sido "certificada" como segura por auditores internacionales de la organización Responsabilidad Social Internacional [Social Accounting International]. El proveedor de Apple, Foxconn, en cuyas fábricas hubo explosiones de polvo de aluminio inmediatamente después de haber sido inspeccionadas, se jactaba de tener "certificación" bajo el esquema OHSMS 18000.
Mientras la profesión de salud y seguridad ocupacional siga permitiendo a estos charlatanes ganar dinero por certificaciones sin sentido y la muerte de trabajadoras(es) resultado de ello, la profesión tendrá que compartir inevitablemente una parte de la responsabilidad. Hay un creciente reconocimiento de este hecho, tal como lo evidencia la declaración emitida por la Sociedad Estadounidense de Ingenieros de Seguridad (ASEE por sus siglas en inglés) después del incendio de Bangladesh. "No es suficiente condenar a los dueños de las fábricas por estas condiciones y esperar de ellos cambios a largo plazo," declaró Thomas Cecich, vicepresidente de Asuntos Profesionales y presidente del Centro para la Sustentabilidad de la Salud y Seguridad. "Las corporaciones que compran productos de las cadenas globales, así como sus interesados, tienen tremendo poder de influencia sobre las condiciones de las trabajadoras(es) en las cadenas de proveedores.
Como nuestra Red lo ha manifestado reiteradamente por muchos años, los incendios de fábricas y las condiciones inseguras e insalubres en las cadenas de proveedores de confecciones, electrónica y juguetes, seguirán siendo las mismas a menos que pasen dos cosas:
Quizás el único rayo de esperanza en este sombrío panorama es el esfuerzo que esta haciendo una coalición de sindicatos de Bangladesh y organizaciones internacionales de derechos laborales -descrita en nuestro boletín de julio de 2012- por establecer un programa independiente e integral de seguridad contra incendios que sea transparente, involucre a las trabajadoras(es) como participantes clave en él, y que realmente inspeccione y exija las correcciones necesarias a los riesgos identificados en las fábricas de confecciones.
Se necesitan cuatro marcas para iniciar el proyecto en Bangladesh. Dos ya han firmado -PVH (dueña de Tommy Hilfiger, Calvin Klein y otras marcas)- y la marca alemana Tchibo, pero hacen falta dos más. En septiembre, después de casi un año de negociaciones, Gap abandonó las conversaciones y declaró que establecería su propio programa, que no contenía varios de los elementos importantes acordados por PVH y Tchibo.
Una forma de recordar las últimas muertes y a las personas heridas en Bangladesh, y tratar de prevenir más muertes, es unirse a otros en todo el mundo que están demandando que las marcas se sumen al programa de seguridad contra incendios propuesto. Específicamente, tú puedes alzar y unir tu voz a la campaña para convencer a Gap a que cumpla sus promesas, a través de la campaña internacional de cartas en: /node/979.
Para mayor información y antecedentes sobre los incendios de fábricas, ver:
No puedo creer completamente en Walmart, cuando dice que no sabía nada de esto. Porque aun si yo estuviera trabajando como subcontratado para otra empresa que es parte de un negocio con Wal-Mart, las fábricas subcontratadas también tendrían que estar certificadas por Wal-Mart. Uno puede evadir las normas una o dos veces, si se trata de una pequeña cantidad de producción, pero no se puede hacer una cantidad considerable de trabajo sin que la marca cliente haya tenido conocimiento y dado su permiso.-- Annisul Huq, ex presidente de la Asociación de Manufactureras y Exportadoras de Confecciones de Bangladesh, citado por Reuters el 28 de noviembre de 2012.
Las marcas compradoras nos escriben pidiendo que mejoremos las condiciones de trabajo. Nosotros les pedimos que aumenten los precios que pagan 25 centavos por unidad de prenda, para poder destinarlo al bienestar de las trabajadoras(es). Se negaron a ello, alegando la recesión económica en sus países. -- Mikail Shiper, alto funcionario del Ministerio de Trabajo y Empleo de Bangladesh, citado en "Bangladesh: como se extraviaron los reglamentos", The Wall Street Journal, 5 de Diciembre de 2012.
Es culpa mía. Pero nadie me dijo que no había salidas de emergencia a las que se pudiera llegar desde afuera. Nadie nunca me asesoró para instalar algo así, aparte de las puertas ya existentes. Yo podría haberlo hecho. Pero nadie nunca me sugirió que lo hiciera. -- Dueño de fábrica Delwar Hossain, citado en The Daily Newspaper, Dhaka, Bangladesh, 29 de noviembre de 2012.
Estas fábricas deberían ser cerradas ¿pero quién lo haría? Cualquier buen inspector del gobierno que quisiera actuar contra estas fábricas deficientes sería despedido. ¿Quién se arriesgaría? [Kalpona Akter, Directora Ejecutiva del Centro de Solidaridad con los Trabajadores de Bangladesh]
Estas fábricas deberían ser cerradas, pero no es algo fácil. Necesitamos dar una larga batalla legal. Siempre hay presión porque los dueños tienen influencia. Pueden manejarlo todo. [oficial de incendios de Dhaka, anónimo] -- Citado en "Estaba fuera de la ley la fábrica en Bangladesh en la que murieron docenas", Associated Press, 7 de diciembre de 2012.
"Queremos que el dueño reabra la fábrica lo antes posible o que nos pague algunos meses de salarios, porque no tenemos a donde ir en este momento," dice Hassan, un trabajador que escapó del incendio y usa sólo un nombre..."Tengo que recobrarme pronto. Necesito dinero inmediatamente. Queremos al menos cuatro meses de salario para sobrevivir ahora y en estos meses, luego buscaremos trabajo en otras fábricas," dice Dipa Akter, la trabajadora de 19 años que se lesionó la pierna al escapar del incendio y quien había trabajado en la fábrica por tres años. "De otra manera tengo que volver a mi pueblo, donde no hay nada en que yo pueda trabajar."-- BBC News, 30 de noviembre de 2012.
[1] Esta declaración aparecerá [en inglés] en el número de diciembre del boletín de la MHSSN, como "Carta del Coordinador". Border/Line Health & Safety: www.igc.org/mhssn