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26-04-2011
Una larga y dramática lucha en la fábrica Johnson Controls Interiors (JCI) en Puebla, México, logró finalmente la expulsión de un falso "sindicato de protección" y la firma de un verdadero contrato colectivo de trabajo con el Sindicato de Mineros (SNTMMSSRM o Los Mineros).
Johnson Controls, basado en Milwaukee, es una de las mayores manufacturas independiente de sistemas de asientos e interiores para automóviles. Tiene tres plantas en Puebla, México que producen asientos y partes de asientos, principalmente para la planta de ensamblaje de Volkswagen de Puebla y también para Chrysler, Ford, Mercedes Benz y Nissan.
El nuevo contrato, firmado el 8 de abril de 2011, incluye un aumento salarial del 7,5% y mejores beneficios para los 800 trabajadores de la fábrica. Esta es la primera negociación desde que la Sección 308 de Los Mineros fuera reconocida el año pasado como el sindicato elegido por los trabajadores. Más de la mitad de los trabajadores son mujeres, muchas de ellas casadas y con hijos.
Los trabajadores de JCI fueron a la huelga dos veces el año pasado para lograr el reconocimiento del sindicato que habían elegido. Los trabajadores dejaron el trabajo en mayo de 2010 para forzar la expulsión del "sindicato de protección" controlado por la empresa y ligado al gobierno del Estado de Puebla que controlaba el título del contrato colectivo de trabajo en la fábrica.
Los trabajadores de JCI nunca habían sido consultados sobre si querían ser representados por el sindicato controlado por la empresa, ni tampoco habían recibido copias del contrato de trabajo. No se permitía a los trabajadores elegir sus dirigentes sindicales, participar en la negociación colectiva y ni siquiera poder participar en los asuntos sindicales. Los trabajadores no tenían a quien recurrir con sus quejas y reclamos. Esto es común en México donde los empleadores con frecuencia firman "contratos de protección" con sindicatos corruptos o abogados sin el conocimiento y/o consentimiento de los trabajadores con el fin de prevenir que los trabajadores organicen o se afilien con un sindicato auténtico y democrático. En muchos casos, antes de que se contrate al primer trabajador ya hay un sindicato establecido en la fábrica.
Después de la huelga de mayo, Johnson Controls acordó inicialmente reconocer a Los Mineros como representante de los trabajadores. Sin embargo, los trabajadores fueron obligados a elegir su elección nuevamente con una huelga en agosto después de que 60 gánsters, aparentemente asociados con el sindicato de protección entraran a la fábrica de JCI asaltando a los trabajadores con piedras, palos y cadenas dejando a varios heridos. La rápida acción de los trabajadores y quienes los apoyan internacionalmente resultó en un acuerdo reconociendo a Los Mineros como el sindicato de los trabajadores y cortando los vínculos de la empresa con el sindicato de protección.
La lucha de los trabajadores para organizar un sindicato efectivo y representativo fue apoyada por los incansables esfuerzos de Los Mineros, el Centro de Apoyo al Trabajador (CAT) de Puebla, y de organizaciones sindicatos y grupos de derechos laborales a nivel internacional, incluyendo la Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas (FITIM), los sindicatos automotrices de Canadá y EE. UU. (UAW y CAW), el Sindicato de Metalúrgicos (USW), la AFL-CIO, US-LEAP y la Red de Solidaridad de la Maquila.