17-09-2007

Los trabajadores de la mezclilla luchan por un sindicato democrático

 

A principios de este año, la Comisión de Derechos Humanos y Laborales del Valle de Tehuacán se contactaron con la RSM sobre eventos problemáticos que se estaban dando en la planta de Vaqueros Navarra. Una serie de despidos había sembrado la alarma entre los trabajadores de un posible cierre, justo cuando los trabajadores se estaban organizando para exigir un pago adecuado del beneficio anual de reparto de utilidades dispuesto por la legislación mexicana.

Según la Comisión, el empleador había dicho a los trabajadores que hablar contra la fábrica y sobre las violaciones a los derechos laborales podría resultar en que las marcas cancelaran los pedidos y se tuviera que cerrar la planta.

Vaqueros Navarra es la más grande y más antigua fábrica de jeans propiedad del Grupo Navarra, uno de los consorcios de confecciones más poderosos de la región de Tehuacán, que emplea unos 8,000 trabajadores en cinco fábricas y dos lavanderías de jeans.

Los trabajadores forman una coalición

Cuando Vaqueros Navarra comenzó a emitir los pagos de reparto de utilidades en mayo, los trabajadores consideraron ridículo el escaso importe otorgado, que era equivalente a dos días de salario,mucho menos de lo que habían recibido en los años anteriores.

Aunque técnicamente eran miembros de un sindicato, los trabajadores no recibieron apoyo alguno de esa organización. Tampoco lo hubieran esperado: su sindicato, afiliado a la FROC-CROC, es un “sindicato oficial”, conocido por ponerse de lado de la patronal y del partido político tradicional gobernante de México, el PRI, que gobierna el estado de Puebla.

Entonces, con la ayuda de la Comisión, 750 de ellos formaron una coalición temporal de trabajadores, según lo permitía la Ley Laboral Federal Mexicana, y organizaron acciones de protesta.

El 20 de junio, 400 trabajadores marcharon a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje en su receso del almuerzo, para demandar acción sobre las irregularidades en el reparto de utilidades. Al volver a la fábrica todavía dentro de la hora del almuerzo, se les prohibió entrar y tampoco pudieron retirar sus pertenencias.

Al día siguiente, los trabajadores volvieron a la fábrica y pudieron entrar. Sin embargo, la patronal despidió ilegalmente a 13 de los líderes de la coalición, provocando protestas y confrontaciones violentas con la policía y guardias de la fábrica que resultaron en 11 trabajadores heridos y la hospitalización de dos de ellos.

Dirigiéndose a las marcas

En julio, a petición de la Comisión y la coalición de trabajadores, , la RSM se contactó con las marcas que los trabajadores habían identificado como que habían comprado recientemente al Grupo Navarra – Gap, Levi Strauss, American Eagle Outfitters, The Limited,Warnaco (Calvin klein), Abercrombie & Fitch, y Tommy Hilfiger – para instarles a que trabajaran en conjunto en presionar a su proveedor para que terminara con el acoso antisindical.

Mientras tanto,Vaqueros Navarra siguió presionando a los trabajadores a renunciar “voluntariamente” ofreciéndoles sus indemnizaciones de acuerdo al criterio de la empresa, los que no firmaron renuncia fueron amenazados con despido.”

En una asamblea de trabajadores el 10 de julio,miembros de la coalición votaron por incorporarse al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de la Costura, Confección,Vestido, Similares y Conexos 19 de Septiembre, un sindicato independiente afiliado al Frente Auténtico del Trabajo (FAT). El mismo día, el Sindicato 19 de Septiembre presentó una demanda ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje por la titularidad del contrato colectivo de trabajo en la fábrica.

El 23 de julio, los trabajadores de Vaqueros Navarra enviaron una carta a todas las empresas de marcas compradoras requiriendoles su intervención para asegurar que se respetara el derecho de los trabajadores de ser representados por un sindicato de su elección, de que cesara el acoso y los despidos, y que se reincorporara a todos los trabajadores despedidos injustificadamente.

El 1º de agosto,Gap Inc. respondió indicando que había contratado a la organización estadounidense sin fines de lucro de monitoreo Verité, para que realizara una investigación sobre las acusaciones de los trabajadores. La carta de Gap también señalaba,“Aunque estas acusaciones todavía deben ser confirmadas…, hemos transmitido a la gerencia el mensaje de que si las acusaciones fueran verdad sería algo preocupante, de que deberían cesar si estaban ocurriendo, y que tenían que ser abordadas si se confirmaba que habían ocurrido.”

Cabildeando al gobierno

Mientras tanto, el FAT se movilizaba en el movimiento laboral independiente de México para buscar el dialogo con el gobierno estatal de México para que se realice un recuento por voto secreto y en un lugar neutral.

A petición del FAT y la Comisión, la RSM emitió un llamado de alerta a la acción pidiendo a sindicatos y otras organizaciones en América del Norte y Europa a añadir sus voces a la demanda de un recuento libre y justo.Treinta y ocho sindicatos y organizaciones religiosas y de derechos laborales de todo el mundo respondieron enviando cartas al gobierno del estado.

En agosto se realizaron dos reuniones con el Secretario del Trabajo de Puebla, con la participación de representantesdel FAT, la Comisión, una trabajadora despedida y el Secretario General del sindicato independiente de trabajadores de Volkswagen. Representantes del Grupo Navarra asistieron a la segunda reunión.

Según Benedicto Martínez del FAT, el Secretario se comprometió verbalmente a realizar un recuento por voto secreto, pero la fecha para la audiencia se espera sea en septiembre.

Continúan las violaciones

La investigación de Verité fue completada el 15 de agosto. Un día después la RSM fue informada por la Comisión de que habían comenzado las presiones en la fábrica. Según la Comisión, en un período de dos días, al menos 30 trabajadores fueron obligados a renunciar “voluntariamente.”

La RSM informó esto a los compradores de las marcas, indicando que iniciaría una campaña pública si continuaban el acoso y los despidos. Gap respondió enviando una carta al Grupo Navarra el 20 de agosto, requiriendo que los trabajadores que habían sido despedidos u obligados a renunciar fueran reincorporados, que la gerencia no interfiriera con el derecho de los trabajadores de asociarse libremente, y de que cooperara con un recuento con voto secreto para definir el titular del Contrato Colectivo de Trabajo. Gap dejó también en claro que cerrar la planta de Vaqueros Navarra tendría un efecto en sus negocios futuros con el Grupo Navarra en su conjunto.

Según la Comisión, que ha estado monitoreando de cerca la situación, al 24 de agosto no se había informado de más despidos. La RSM está tratando de lograr una presión continuada de todas las marcas compradoras para prevenir más despidos o el cierre de la fábrica.

Al momento de escribir este artículo, no se habían compartido con el sindicato, la Comisión o la RSM ni los hallazgos de Verité ni la acción correctiva requerida. Sin embargo, la RSM recibió indicaciones de que al menos algunas de las acusaciones de los trabajadores habían sido verificadas.

Se necesita una acción urgente

Los 35 trabajadores que presentaron demandas por despidos injustificados están por el momento sin ingresos, y al aproximarse el inicio del año escolar, ellos y sus familias están teniendo que enfrentar serios problemas económicos.

Mayores demoras de las autoridades laborales del Estado o las marcas sobre sus casos,o en el establecimiento de una fecha para el recuento podrían por lo tanto debilitar su capacidad de resolución y poner en peligro la oportunidad de los trabajadores de lograr un sindicato independiente.

Según Benedicto Martínez, organizador del FAT, cuando los trabajadores presentan una demanda con un sindicato independiente en México, enfrentan generalmente presiones del empleador y demoras burocráticas y elecciones antidemocráticas impuestas por las autoridades laborales.

“Si podemos lograr una votación democrática sin mayor demora, por una vez los trabajadores podrán votar según su conciencia, y ello establecerá un precedente histórico en Puebla como a sido en Guanajuato y el D.F.,” dice Martínez.