BIENVENIDAS Y BIENVENIDOS AL ARCHIVO(1994-2014) de la Red de Solidaridad de la Maquila. Para información actual sobre nuestro trabajo sobre salario digno, derechos laborales de las mujeres, libertad de asociación, responsabilidad social empresaria y salud y seguridad en Bangladesh visiten nuestro sitio web, lanzado en octubre de 2015 www.maquilasolidarity.org/es
Las empresas generalmente dependen del monitoreo interno de las condiciones en las fábricas realizado por su propio personal. Algunas contratan firmas de auditoría social para verificar que ellas mismas y/o sus proveedores cumplen con el código.
En algunas pocas instancias, las empresas han respondido a la presión pública, sobre abusos de explotación específicos, dando un mandato a organizaciones locales no gubernamentales y de derechos humanos para que monitoreen las condiciones en fábricas específicas por períodos limitados.
Los informes de los monitoreos internos o de los auditores externos raramente se hacen públicos. Las empresas generalmente no revelan la ubicación de las fábricas donde se manufacturan sus prendas de vestir, haciendo virtualmente imposible que las organizaciones laborales o de derechos humanos puedan confirmar si la empresa está cumpliendo sus propios estándares.
Algunas empresas admiten ahora que el monitoreo interno (el realizado por personal de la empresa) no es adecuado para verificar el cumplimiento del proveedor con los códigos de conducta, y que hace falta alguna forma de verificación externa realizada por terceros para que tengan alguna legitimidad.
Siguen dándose debates sobre quién debería realizar las auditorías y cuál debería ser su relación con las empresas, cuyos proveedores son objeto de auditoría.
En algunas pocas ocasiones, las empresas han otorgado un mandato, o contratado a ONGs locales o a respetados activistas de seguridad e higiene de países del Norte, para realizar auditorías en fábricas específicas. En Camboya, la Organización Internacional del Trabajo está llevando a cabo inspecciones de fábricas, como parte de un programa único que surgió del Acuerdo Textil entre EE.UU. y Camboya.
Con mayor frecuencia, las empresas de confecciones y juguetes de países del Norte contratan a firmas de auditoría social del Norte para realizar auditorías de fábricas. Muchos grupos del Sur critican el modelo de auditoría social del sector privado. Cuestionan si la firmas de auditoría social del Norte, con poca o ninguna experiencia en derechos humanos, pueden realmente determinar si se están violando los derechos de los trabajadores. Los trabajadores no confían en los auditores del Norte porque, dicen, los ven como representantes de la empresa.
La mayoría de los grupos de la sociedad civil, tanto en el Norte como en el Sur, piensan que los sistemas globales de monitoreo y verificación sólo podrán tener éxito si los trabajadores conocen y participan activamente en estos procesos. Asimismo, las ONGs locales, que conocen el país y las condiciones laborales, y tienen la confianza de los trabajadores, deben tener un rol más activo que el de simplemente ser consultadas por auditores "profesionales."