26-09-2006

27 de septiembre, 2006

Trabajadores que producen ropa para Wal-Mart, en la fábrica de confecciones de propiedad coreana Chong Won Fashion, en Las Filipinas, necesitan desesperadamente tu apoyo para poner fin al intento de su empleador de destruir su sindicato mediante la violencia, los despidos masivos y la intimidación.

Esta mañana (septiembre 27), una fuerza combinada de policía municipal y de la zona franca, junto con guardias de seguridad privada atacaron a los huelguistas que estaban pacíficamente haciendo un piquete a las puertas de la fábrica, mientras la policía escoltaba a rompehuelgas de reemplazo para que entraran en la fábrica. Según el Centro de Asistencia al Trabajador (WAC por sus siglas en inglés), 22 miembros del sindicato resultaron heridos en el ataque.

Se trata del segundo asalto policial al piquete desde que los trabajadores comenzaron el paro el 25 de septiembre, en protesta por la negativa de la patronal de sentarse a negociar con el sindicato el primer convenio colectivo. Según el WAC, al menos 10 trabajadores resultaron heridos en el primer asalto policial, poco después de que los trabajadores establecieran el piquete, al comenzar a llegar a trabajar los nuevos contratados para reemplazar a los huelguistas.

Esta tarde, el WAC recibió información de que todos los trabajadores en huelga iban a ser despedidos. Según el WAC, al menos 66 trabajadores han recibido la notificación de despido. Se informé que la policía de la zona franca impide la llegada de comida a los huelguistas en un claro intento de intimidación.

Wal-Mart es el mayor comprador de la fábrica. Aunque Wal-Mart realizó una auditoría de la fábrica hace una semana (20 de septiembre), no cumplió con su compromiso de reunirse con el WAC para escuchar su versión de lo ocurrido, según lo requerido por la RSM, ni ejerció la presión necesaria sobre su proveedor para que cesara todo tipo de acoso, discriminación y abuso contra los miembros del sindicato.

Un día antes de la auditoría, se informó que personal de la gerencia hizo circular un documento de condena al sindicato por protestar fuera de la fábrica y presionó a los trabajadores a que lo firmaran.

Aunque Wal-Mart nunca ha sido muy amigable con los sindicatos, su código de conducta revisado requiere que sus proveedores respeten el derecho legal de sus empleados a asociarse libremente a cualquier organización que elijan y a no "obstruir o prevenir dichas actividades legítimas."

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