La libertad de asociación y el derecho a organizarse puede resumirse como el derecho de trabajadores y empleados a establecer o incorporarse a organizaciones de su elección sin ninguna autorización previa o interferencia gubernamental. Combinada con el derecho interrelacionado de negociar colectivamente, significa también que los sindicatos y sus miembros son libres de discriminación antisindical, y que la negociación voluntaria entre organizaciones de empleadores y organizaciones de trabajadores será protegida y promovida. El derecho a la huelga es también reconocido como un "corolario intrínseco" del derecho de asociación, significando que no puede ser considerado aisladamente de las relaciones industriales en su conjunto.

Estos derechos y principios forman la piedra angular de sistemas efectivos de relaciones laborales internacionalmente. Como tales, están comprendidos en diversas convenciones, declaraciones y recomendaciones - desde la Constitución de la OIT de 1919 hasta la Declaración de Principios y Derechos Fundamentales de 1998 de la OIT. Los instrumentos internacionales y regionales de derechos humanos también se refieren a estos derechos humanos inherentes. De hecho, el tratamiento relativamente consistente de la comunidad internacional de estos derechos en el último siglo hace resaltar su aceptación universal internacionalmente. Como lo define un experto laboral, la libertad de asociación es un tipo de norma natural en la ley, que queda fuera o por encima del alcance de cualquier convención o aún de la membresía a una organización internacional.

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