BIENVENIDAS Y BIENVENIDOS AL ARCHIVO(1994-2014) de la Red de Solidaridad de la Maquila. Para información actual sobre nuestro trabajo sobre salario digno, derechos laborales de las mujeres, libertad de asociación, responsabilidad social empresaria y salud y seguridad en Bangladesh visiten nuestro sitio web, lanzado en octubre de 2015 www.maquilasolidarity.org/es
14-11-2012
Yannick Etienne es organizadora de la Federación Sindical Primero de Mayo y parte del movimiento social haitiano Batay Ouvriye. La RSM tuvo oportunidad de hablar con Yannick en Washington D.C. en octubre.
Yo comencé a involucrarme en el movimiento de las trabajadoras(es) después de la caída de la dictadura de Duvalier en 1986, cuando trabajaba en un centro de salud y conocí a un niño que estaba quemada de todo su cuerpo.
Fui a visitar a la madre del niño, y me enteré que trabajaba en una fábrica y no tenía ningún lugar donde dejar a su hijo. Le había dejado sola en la casa y al jugar con fuego se quemó.
Hablamos sobre su situación y la necesidad de una guardería en la comunidad. Y ella me dijo, “quizás deberías venir y hablar con las otras trabajadoras de la fábrica.”
Más adelante conseguí un trabajo en una de las maquiladoras, pero no duré más que dos semanas; hablaba y protestaba demasiado. La fábrica ya hace tiempo que cerró, pero yo me dediqué más y más a la organización y decidimos que teníamos que tener un sindicato y construir un movimiento de trabajadoras(es).
Y en 1991 se dio el golpe de Estado, Aristide tuvo que dejar el país y nosotros pasamos a la clandestinidad.
A medida que se fortalecía el embargo contra el gobierno militar, las empresas se iban de Haití y no pagaban indemnización a las trabajadoras(es). De manera que desde la clandestinidad tuvimos que denunciar públicamente esta situación y conseguir un abogado que representara a las trabajadoras(es).
Así fue como comenzó Batay Ouvriye. Seguíamos trabajando más o menos en la clandestinidad, pero también estábamos organizando, y para que las trabajadoras(es) entendieran que era la misma organización que trabajaba en distintas fábricas, le pusimos en todos nuestros panfletos las palabras “Batay Ouvriye” que significa “lucha de los trabajadores”.
Alrededor de 1995 comenzamos a construir sindicatos bajo el nombre Batay Ouvriye. Nuestra primera victoria de organización sindical fue en 2006 en CODEVI, una fábrica del Grupo M, en una zona franca en la frontera con la República Dominicana. El hecho de que la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial (CFI) tuviera una cláusula de derechos de los trabajadores [en sus acuerdos de préstamos con el Grupo M] nos ayudó a presionar a CODEVI a que aceptara al sindicato.
Ese es un sindicato con una historia muy importante, fue el sindicato con el primer contrato colectivo de trabajo de la historia en una zona franca. También utilizó un instrumento que ningún otro sindicato en Haití había usado con éxito: la influencia de la solidaridad internacional. Esa historia es algo que debemos mantener vivo y pasarlo a las generaciones futuras.
Ahora tenemos un nuevo sindicato en Puerto Príncipe - Sendika Ouvriye Takstil ak Abiman (SOTA) [Sindicato de Trabajadores Textiles y de la Confección], un sindicato reconocido legalmente para todo el sector de la maquila, con seccionales en varias fábricas. Ya hace más de un año que está funcionando y hemos dado pasos importantes para establecerlo en diversas fábricas.
Cuando el Ministerio de Trabajo firmó el documento reconociendo al sindicato, tuvimos inmediatamente una conferencia de prensa con gente de otros sindicatos de Haití y de la República Dominicana, además del Centro de Solidaridad de la AFL-CIO, el ITUC, una organización de derechos humanos, un abogado– de manera que la atención de los medios en el caso previniera que los dueños de las fábricas actuaran contra nosotros. Pero igual corrieron a los líderes.
Casi aniquilan a SOTA, fue decapitado. Otros miembros decían, “sabes, estoy solo en mi fábrica, si esto les pasó a los de comité ejecutivo… yo soy sólo miembro, no tengo ninguna protección.” De manera que tuvimos que poner todas nuestras energías en la lucha por la reinstalación de las y los despedidos. Teníamos experiencia de otras campañas –Disney, Levi’s, y la zona franca (Codevi)– o sea que los empleadores sabían que teníamos apoyo internacional.
El proyecto Mejor Trabajo de la OIT también ayudó. Cuando corrieron a la gente llamamos al Ministerio de Trabajo y ellos hicieron una investigación deplorable, básicamente apoyaron a los dueños de las fábricas. Pero cuando se dio a conocer un reporte de Mejor Trabajo y dijo que sí, que había habido violaciones [a la libertad de asociación], eso fue muy importante para nosotros.
Las seccionales de SOTA comenzaron realmente a crecer cuando reinstalaron a los líderes sindicales. Ahora tenemos seccionales sindicales en 11 fábricas, pero nos queda un largo camino todavía por andar, dado que existen alrededor de 26 fábricas en Puerto Príncipe.
Un problema mayor que estamos enfrentando ahora es hacer que los empleadores paguen el salario mínimo legal. Por ejemplo, el 1º de octubre se ajustó el salario mínimo por ocho horas de 250 a 350 gourdes (US$ 6.00 a US$ 7.00).
La ley dice que las metas de producción tienen que establecerse a un nivel que permita a las trabajadoras(es) ganar al menos 300 gourdes por ocho horas de trabajo, pero algunos empleadores ponen la meta a un nivel en el que una trabajadora(or) jamás podrá hacer más de $300, y otros ponen cuotas tan altas que llevaría dos días cumplirlas.
Como resultado, las trabajadoras(es) llegan a trabajar temprano y se quedan hasta tarde o acortan su tiempo de receso para poder cumplir con la meta. O sea que trabajan más de ocho horas por el pago de ocho.
En varias fábricas las trabajadoras(es) están manifestándose sobre este abuso; hemos tenidos paros en varias fábricas. Y los dueños por supuesto reaccionaron; echaron a trabajadoras(es) que protestaron o las suspendieron hasta por 10 días. ¿Te imaginas? Los salarios ya son bajos de por si, y las trabajadoras(es) están endeudadas, es imposible que pierdan cinco o diez días de paga.
El surgimiento de SOTA fue un avance importante para la libertad de asociación en Haití. En los primeros dos o tres reportes del programa Mejor Trabajo, dijeron que no había violaciones a la libertad de asociación porque no existía un sindicato. Nuestra respuesta fue, “No, es lo contratio; no tenemos sindicatos porque no se respeta la libertad de asociación.”
Entonces, cuando surgió SOTA y sus líderes fueron despedidos, eso fue una prueba de que no había libertad de asociación. SOTA abrió este tema. Y ahora tenemos una mesa de diálogo social convocada todos los meses por Mejor Trabajo, en la cual los dueños de fábricas y las organizaciones representantes de las trabajadoras(es) se reúnen para discutir asuntos.
Esto es un avance importante, y si no tuviéramos a SOTA, no habríamos llegado tan lejos.