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El inicio del fin de la mano de obra barata para los manufactureros rivales de Sri Lanka

05-08-2010

Por Anushka Wijesinha, Research Officer - IPS
Talking Economics; lunes 26 de julio, 2010

http://ipslk.blogspot.com/2010/07/beginning-of-end-of-cheap-labour-for.html
Traducción por la RSM

Las manufacturas en China y Bangladesh resultaron afectadas por problemas laborales el mes pasado, planteando interrogantes sobre la sustentabilidad del estatus de su economía basado en los bajos costos laborales.

En Dhaka, la capital de Bangladesh, más de 15,000 trabajadoras y trabajadores de la confección, que fabrican ropa de marcas occidentales, bloquearon calles importantes en una serie de protestas exigiendo mayores salarios y mejores condiciones de trabajo. Las huelgas comenzaron en cuatro fábricas, propiedad de uno de los mayores fabricantes de confecciones del país, y luego se extendieron a cientos de fábricas del corredor industrial de confecciones del país, causando que muchas de ellas cerraran por días después de las protestas. Ésta es la última en una serie de protestas por bajos salarios en más de 4,500 fábricas de confecciones en Bangladesh - el principal empleador en la empobrecida economía del país, con más de 3 millones de trabajadoras/es empleadas.

Las trabajadoras/es de Bangladesh, que producen ropa para grandes marcas occidentales como Wal-Mart y H&M, están demandando salarios de al menos 5,000 Taka (US$70) por mes, mientras que el salario actualmente es de 1,660 Taka, equivalente a menos de US$25. El aumento exigido es de más de 300% y los dueños de las fábricas dicen que no pueden pagar más de 3,000 Taka por mes.

[El 29 de julio, el Ministerio de Trabajo de Bangladesh anunció un aumento para los trabajadores del sector de la confección, elevando el salario a $3,000 Taka (2,000 en salario básico, 800 para alquiler de vivienda y 200 como beneficio médico). Las organizaciones de trabajadores/as, sin embargo, no quedaron conformes y seguirán con las protestas para lograr su demanda de un salario de $5,000 Taka para el sector de la confección. The Daily Star, Dhaka, 30/7/2010]

Mientras tanto, a medida que las protestas de las trabajadoras/es de la confección de Bangladesh aumentan su violencia y las cadenas de suministros se paralizan, las fábricas chinas, propiedad de multinacionales, también han sido afectadas por una serie de huelgas. Ha habido un torrente de suicidios (vinculados a los bajos salarios y a las condiciones de trabajo) en Foxconn, una fábrica de electrónica propiedad taiwanesa, seguido de huelgas en varias fábricas de autopartes, lo que ha llevado al otorgamiento de rápidos aumentos salariales. Sin una intervención explícita del gobierno (excepto para elevar algunos salarios mínimos en ciertos complejos urbanos), y enfrentando huelgas debilitadoras y suicidios en los lugares de trabajo, las firmas extranjeras han otorgado aumentos de salarios de entre el 25 y 30%. Estos aumentos estarían haciendo que los salarios mensuales subieran de US$200 por mes (trabajando 6 o 7 días a la semana) a cerca de US$300. Muchos de los problemas laborales involucran a trabajadores migrantes de áreas rurales del interior, quienes se mudaron a los centros manufactureros de las zonas costeras de China, donde el costo de vida es más alto.

De manera que todo esto ha hecho surgir un nuevo debate sobre las implicaciones de la larga vida de la manufactura de bajo costo en la economía china.

¿El fin del superávit laboral de China?
La ciencia económica tiene un modelo interesante, aunque muy estilizado, que intenta mostrar cómo la estructura de una economía, que inicialmente goza de un superávit laboral, cambia en el tiempo a medida que disminuye esa ventaja. Es el llamado "Lewis Turning Point", que indica que después de alcanzar un "punto de inflexión", el excedente de mano de obra de una economía desaparece, el mercado laboral se ajusta y los salarios reales crecen rápidamente. Esto a su vez fuerza a que ocurran varios cambios estructurales en la economía desde ese momento.

Sin embargo, en China el punto de inflexión puede ocurrir en tiempos diferentes, en diferentes regiones, debido al vasto tamaño del país y resultando de la diversidad en los mercados laborales de cada región. La disminución de la mano de obra excedente ocurrirá probablemente en las áreas costeras de alta concentración industrial, y llevará más tiempo para que se dé en las zonas rurales del interior.

La demografía también está desempeñando un rol para lograr este efecto. Una consecuencia desafortunada del éxito de la política china de permitir solo un hijo por pareja, es que aunque la oferta laboral absoluta del país continuará creciendo por algunos años más, los números de jóvenes entrando en la fuerza de trabajo disminuirán en un 30% en la próxima década. Esto a su vez mejorará la posición negociadora del sector obrero en general. Más aún, a diferencia de sus progenitores, los/las jóvenes migrantes nacidos en las décadas de 1980 y 1990, quienes hicieron las huelgas de la semana pasada, tienen mayores expectativas y quieren mejores condiciones de vida y una mejor calidad de vida. El trabajo barato ya no es asumido como un "recurso inagotable", y ya se está dando una crisis laboral en las zonas costeras urbanas.

En esencia, lo que está pasando es que el modelo de crecimiento de China, que depende en gran medida de la abundancia de trabajadores/as rurales que migran del interior del país y que están dispuestos a trabajar por un pago muy bajo y en malas condiciones, está comenzando a ver el principio del fin.

Al aumentar los costos salariales, ¿se irán las firmas extranjeras?
Los recientes suicidios y huelgas han producido preocupaciones de conflictos laborales más amplios, que llevarán al aumento de demandas de mayores salarios, resultando en una reducción del margen de ganancias en el sector exportador de China, así como un gran salto en la inflación o incluso una espiral inflacionaria salarial.

En gran parte del saber común sobre la inversión extranjera directa (IED), se asumía que las demandas por mayores salarios simplemente significarían que las empresas se irían hacia la siguiente fuente de mano de obra barata, y por lo tanto esto quitaba poder a estos trabajadores/as . Sin embargo, esta idea se debate cada vez más. Los trabajadores de las empresas de ensamblaje de componentes en China, o de las fábricas de confecciones en Bangladesh tienen un considerable poder para organizarse y elevar los salarios, dado que son un vínculo vital en las cadenas de suministros internacionales de las empresas multinacionales. Además, no es probable que estas empresas se vayan de China debido a muchas otras ventajas que les ofrece este país, y esta es la lección importante a aprender aquí. China ,como receptor de IEDs, inicialmente compitió puramente con las ventajas de costo de la mano de obra barata, pero desde entonces ha evolucionado rápidamente para convertirse en un auténtico centro de negocios para las mayores empresas productivas del mundo, mediante la simplificación de procedimientos, la mejora de la educación y la productividad ,para proveer un flujo continuo de trabajadores capacitados e invirtiendo en ciencia y tecnología para asegurar que las empresas estén continuamente avanzando en la cadena de valor. China también invierte mucho en su infraestructura de conectividad, haciendo sus carreteras, puertos, aeropuertos, así como también sus Zonas Económicas Especiales extremadamente atractivas para establecer negocios en China. De manera que, aún cuando disminuya la ventaja del costo de mano de obra en el tiempo, por problemas como los recientes conflictos, la ventaja competitiva de China es probable que se preserve por muchos años. Esta es la lección para Sri Lanka.

La posición de China como ‘la fábrica del mundo' y su historia exitosa de crecimiento económico, producto de las exportaciones, están siendo desafiadas por los salarios en aumento y la escasez de mano de obra en las áreas costeras urbanas.

Sin embargo, desde hace ya algunos años, la era de la China de los bajos salarios, ha comenzado a terminarse. Los salarios de los trabajadores chinos, que son de alrededor de $800 Yuan por mes, son más altos que en países como India, Malaysia, Vietnam y Bangladesh. Los datos muestran que el salario mínimo de un trabajador sin capacitación en Vietnam es de entre $400 y 500 Yuan (US$59-74 por mes, y es incluso más bajo que en Bangladesh. Es muy posible que los salarios en las industrias manufactureras de China aumenten aún más en los próximos años.

¿Es inevitable entonces la llamada transferencia industrial? Sí, y no. Según una encuesta de la Federación de Industrias de Hong Kong, "el 37.3% de las 80,000 empresas ubicadas en el Delta del Río Pearl están planeando transferir parte o todas sus capacidades de producción fuera de la región, y 63% de las empresas encuestadas están preparadas para irse de la provincia de Guangdong." El alza de costos como los salarios las ha forzado a marcharse a zonas con menores costos, dicen.

Entonces, sí, pero principalmente entre la industria de manufactura en su escala más baja y pequeña, que pueden irse a buscar lugares de mano de obra barata, pero las industrias en la escala más alta es más probable que se queden. Para industrias líderes como Foxconn y Honda la ventaja del bajo costo laboral era útil, era una condición necesaria pero no suficiente. Estas industrias gozan de las ventajas de la aglomeración de industria local, incluyendo cuestiones como la existencia de un mercado fuerte, buena logística, procedimientos eficientes, políticas fiscales favorables a los negocios y condiciones de vida aceptables. Dada la ventaja integral de China en estos factores, es probable que las empresas extranjeras que exportan desde China quieran quedarse antes que irse a otros países. Más aún, China ha comenzado a invertir considerablemente en mejorar la capacitación y la productividad con el fin de seguir siendo un lugar atractivo para industrias orientadas a la exportación, aún cuando los salarios sigan subiendo en las décadas venideras.

Más aún, empresas como Honda están haciendo lo que hicieron las empresas estadounidenses hace una década más o menos, al enfrentar condiciones similares: instalaron más automatización en sus fábricas con el fin de reducir el componente del trabajador manual.

Para muchas de las sofisticadas industrias electrónicas que se han radicado en China, el costo laboral es sólo una pequeña porción del pastel. Mucho del costo es el diseño y capacidades de mercadotecnia, y un sistema complicado de distribución, incluyendo a las tiendas minoristas. De manera que es probable que dejen su producción básica en China.

¿Abre esto la puerta más amplia para otros países?
Los recientes desarrollos en China ciertamente dejan un poco más abierta la puerta para que otros países atraigan IEDs. Los productos que requieren menos sofisticación y son de mano de obra intensiva (calzado, plásticos, textiles, etc.) serían los candidatos principales para su relocalización en Vietnam, Bangladesh e Indonesia. En cambio, en el caso de productos más complejos, como productos electrónicos para el consumidor, artículos domésticos y juguetes electrónicos, las empresas podrían trasladar los componentes que requieren menor capacitación a las provincias del interior de China, donde los salarios siguen siendo bajos, manteniendo las operaciones que requieren mayor capacitación en los centros industriales establecidos en las provincias costeras.

A la pregunta de qué países podrían beneficiarse de alguna transferencia industrial, India surge como alternativa. Es el único otro país con una fuerza de trabajo barata lo suficientemente grande. Pero el mayor freno es la débil infraestructura hindú, y la menor cantidad de zonas con la infraestructura ya lista, no permitiéndole competir efectivamente con la manufactura realmente barata. India se presenta mejor en manufacturas de capacitación intensiva, como software, productos farmacéuticos y productos de ingeniería donde los márgenes son mayores.

Como dice un economista, Pietra Rivoli, profesora de Economía Internacional en la Universidad de Georgetown, "En el mediano plazo, si China deja de ser el taller mundial de bajo costo, todos podríamos ser afectados por una dosis de inflación." Y añade, "los efectos de los aumentos de los costos laborales variarán de industria a industria, quizás con productos de menor valor como las confecciones, forzados a trasladarse a China occidental o incluso a Vietnam y Bangladesh. Pero los productos electrónicos de alta gama, como los teléfonos inteligentes es probable que se queden, porque tienen altos márgenes de ganancia y porque China ha construido una sofisticada infraestructura y sistema de control de calidad."

Lecciones para el sector manufacturero de Sri Lanka
Sri Lanka puede aprender algunas valiosas lecciones de los temas que se están dando en Bangladesh y China, sus dos centros manufactureros rivales importantes.

Muchas empresa de Sri Lanka ya han descubierto que, en primer lugar, con frecuencia no pueden competir con Bangladesh en precio, debido a los bajos costos laborales (una planta típica de cerámica en Bangladesh paga el equivalente de US$40, comparado con us$100-120 en Sri Lanka), así como costos de energía más bajos debido a la disponibilidad de gas natural barato y abundante. O sea que competir con países como Bangladesh en costos es bastante difícil. Éste también es el caso con China. Sri Lanka no puede depender ya de ventajas competitivas basadas en costos bajos de los insumos, particularmente de los laborales. Sri Lanka ha perdido, y sigue perdiendo su ventaja de costos laborales para manufacturas en el nivel más bajo de la cadena de valor (juguetes de plástico, por ejemplo) ya que países como Bangladesh y China dominan en ese sector. Además, incluso si hay algún cambio industrial, resultado de un sostenido aumento de salarios en China, es poco probable que Sri Lanka sea la próxima ubicación más atractiva para las manufacturas en el nivel más bajo: Vietnam y Bangladesh son competidores mucho más fuertes.

Entonces, la clave del potencial de crecimiento de la manufactura en Sri Lanka radica en subir en la cadena de valor y posicionar a Sri Lanka como "un centro de manufactura rentable en eficacia y costo, de alta calidad, innovador, ético y verde." Muchas empresas manufactureras en Sri Lanka se están convirtiendo realmente en firmas de primera clase. Firmas como Brandix y MAS tienen una innovación pionera en indumentaria, incluyendo el uso de la nano tecnología. Para sobrevivir, se están apoyando en sus credenciales verdes, así como en capacidades optimizadas de diseño, excelente orientación al consumidor y seguridad de calidad. De hecho, no sólo en la industria sino también en el sector de servicios, las empresas de tecnología de la información (TI) de Sri Lanka han demostrado que aunque no pueden competir con India en costos, a través de la innovación y calidad han podido capturar nichos lucrativos en los niveles más altos de la cadena de valor. Algunos desarrolladores de software locales entregan soluciones de comercio electrónico y comercio móvil a firmas globales de telecomunicaciones e instituciones financieras.

En esta nueva era de posguerra, en la cual el gobierno está ansioso en atraer IED de alto nivel, no del tipo de bajo costo y golondrina, Sri Lanka necesita mostrar por qué es un buen lugar para ubicarse: "tendremos un costo laboral un poco más alto que Bangladesh y China, pero damos muchas otras ventajas." Según se señaló antes, esto es lo que China está comenzando a hacer. Sabe que la ventaja de la mano de obra barata no durará para siempre. La clave de la larga vida de su estatus como centro de la manufactura es la mejora continua en los otros factores que contribuyen al desarrollo industrial. Con frecuencia pensamos que China sigue compitiendo solamente sobre la ventaja del bajo costo, pero esto está cambiando rápidamente. China está re-equipando su arsenal y evolucionando con los tiempos. Sri Lanka debe seguir este camino. Necesitamos: 1) Desarrollar nuevas competencias mediante la mayor capacitación y la mejora en la productividad; 2) Subir en la cadena de valor mediante la innovación, investigación y desarrollo, y registro de marcas, como ya se ha comenzado a hacer; y 3) Mejorar el atractivo de nuestra ubicación (infraestructura conectiva, zonas industriales construidas con un propósito, oferta y costos de energía) y reducir los impedimentos industriales a la IED y el desarrollo industrial.

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