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Aumentarán los salarios en Camboya por un nuevo enfoque promovido por la marca H&M Robert Carmichael / 4 diciembre 2013 / Voice of America

16-01-2014

Artículo original en ingles: http://www.voanews.com/content/cambodian-garment-wages-set-rise-hm-pushes-new-approach/1803179.html

Traducción: RSM

Al levantarse por un breve tiempo el bloqueo de 72 horas en Dhaka, impuesto por el partido de oposición, Mina, de 26 años, camina de prisa hacia su fábrica en Tejgaon, en la parte central de la capital de Bangladesh. Hay cierto temor e incertidumbre y policías desplazados en las calles, alertas después de días de protestas violentas que incluyeron incendios, ataques y muertes.

La gigante sueca de ropa H&M anunció recientemente un programa para aumentar los salarios de las trabajadoras(es) de la confección en sus fábricas subcontratistas en todo el mundo, incluido Camboya, donde la empresa es la marca compradora líder. El anuncio de H&M se da a finales de un turbulento año en el sector de confecciones en Camboya y en otras partes del mundo.

En las próximas semanas, el gobierno camboyano tiene previsto anunciar un aumento del actual salario mínimo de US$ 75 mensuales para el sector. El porcentaje del aumento no se conoce aún pero las autoridades están bajo presión de mejorar los salarios y las condiciones de trabajo en la industria más importante del país.

En parte, esta presión es política. La oposición obtuvo avances asombrosos en la elección de julio, en parte por prometer duplicar el salario mínimo mensual. Esta promesa les hizo ganar el voto de muchas de las 400,000 trabajadoras(es) de la confección, la mayoría mujeres jóvenes que sostienen a sus empobrecidas familias rurales.

También hay otros factores en juego. Éste ha sido un año convulsionado para este sector en Camboya, que ha visto huelgas y protestas, a veces violentas, por los salarios, los cuales en términos reales estaban estancados desde hace tiempo.

En octubre, el CEO de H&M, Karl-Johan Persson, discutió el tema de los salarios con el Primer Ministro, Hun Sen, en Camboya y se reunió con sindicatos locales. Poco después de la visita, H&M dio a conocer un plan de cinco años cuya intención es, en parte, garantizar un salario digno justo para las trabajadoras(es) y una revisión anual de los mismos.

El plan se implementará el año 2014 en una fábrica en Camboya y en dos en Bangladesh.

Anna Gedda, gerente de sustentabilidad social de H&M, señala que como gran compradora,  la marca H&M tiene la capacidad de presionar a los proveedores.

“Somos una de las mayores marcas en esta industria, y por supuesto que con el tamaño viene la responsabilidad. Y sentimos que deberíamos realmente tomar el liderazgo en este tema. Por lo tanto desarrollamos este mapa holístico para lograr salarios dignos justos en nuestras fábricas proveedoras,” explicó Gedda.

Según el plan, H&M pagará a sus fábricas subcontratistas lo suficiente para asegurar que las trabajadoras(es) ganen lo suficiente para cubrir sus necesidades básicas, lo que llaman un salario digno justo. También dará los pasos necesarios para mejorar las relaciones industriales, fortalecer a los sindicatos y trabajar con los gobiernos para promover los derechos laborales.

“Por supuesto que vemos esto como una inversión en la oferta al consumidor; sabemos que es algo importante para nuestros clientes, pero no por eso menos importante que pensamos que será provechoso y beneficioso para nosotros y los proveedores a largo plazo,” dijo Gedda.

Los conflictos industriales no son algo nuevo en la industria de la confección de Camboya, la cual en las últimas dos décadas creció de cero a convertirse en un negocio de exportación de US$ 4,000 millones anuales. Es un pilar de la economía y clave en la obtención de divisas. La mayoría de sus productos van a los Estados Unidos y a la Unión Europea.

Aunque las condiciones de trabajo son difíciles en Camboya, pueden ser peor en otros países productores de confecciones. Esto sobresalió en abril cuando más de 1,100 trabajadoras(es) murieron en el colapso del edificio Rana Plaza en Bangladesh. El accidente centró la atención global y persuadió a algunas marcas a hacer cambios.

Dave Welsh, el representante en el país del Centro de Solidaridad, una organización sin fines de lucro afiliada al movimiento laboral estadounidense, celebra la decisión de H&M.

Welsh dice que no es un secreto que el gobierno camboyano teme que por la competencia implacable del negocio algunos abandonen el país si los salarios crecen demasiado rápido. Sin embargo, el plan presentado por H&M, una jugadora clave en el sector de confecciones en ese debería ayudar a aliviar estos temores.

“Entiendo la preocupación, [pero] tienen a H&M ahora diciendo oficialmente que no sólo no se irán, sino que se comprometen unilateralmente a asegurar que al menos en sus fábricas se pague un salario digno. Si otras cuatro o cinco marcas fueran a asumir un compromiso similar, entonces el gobierno Camboyano realmente no tendría excusas para decir que éste podría ser el modelo de industria, aplicando un salario digno para las trabajadoras(es) de la confección,” dice Welsh.

H&M espera que para 2018, todas las 750 fábricas que usa cumplirán con su estándar, beneficiando a alrededor de 850,000 trabajadoras(es) en todo el mundo.

Aunque algunos activistas quieren que el programa de H&M avance más rápidamente, ha tenido el amplio apoyo de los sindicatos.

Las fábricas que manufacturan para marcas como H&M, Gap y Nike también apoyan el programa.

Ken Loo, secretario general de la Asociación de Manufactureras de Confecciones de Camboya, el organismo de la industria que representa a los subcontratistas, también elogió el plan.

“Es bueno porque en último término los compradores son los únicos con la capacidad de pagar, de manera que si son los que presionan por ello es bueno, porque significa que están dispuestos a pagar más a las manufactureras, a las fábricas, y si pagan más entonces nosotros podremos pagar más a nuestras trabajadoras(es). Así que está bien, está muy bien,” dijo Loo.

Los miembros de  esa Asociación se quejan regularmente de que están atrapados en un círculo vicioso, con las marcas compradoras presionándolos para reducir costos y las trabajadoras(es) demandando salarios más altos.

Advierte que su entusiasmo por el plan de H&M se basa en que sea financiado por H&M y por otras marcas que se incorporen.

Al momento, no está claro cómo va a funcionar. H&M dice que no aumentará el precio al consumidor, lo que significa que el costo será derivado hacia más abajo en la cadena de producción.

Algo de ello vendrá de H&M, que aumentará lo que paga a sus proveedores, pero la firma sueca espera que el plan también ayude a mejorar la productividad de las fábricas. Al preguntársele si H&M cubriría todos los aumentos de costos o si esperan que los subcontratistas compartan algo de la carga, Anna Gedda dijo que eso será evaluado en cada caso.

Otro tema es cómo otras marcas podrían seguir el liderazgo de H&M. Hasta ahora ninguna lo ha hecho. No obstante, H&M admite libremente que hacer el plan, particularmente en fábricas que comparte con otras marcas, requerirá que éstas se incorporen al plan, así como requerirá el apoyo de sindicatos, fábricas y gobiernos.

Jason Judd, técnico especialista de la Organización Internacional del Trabajo, organismo laboral de las Naciones Unidas, dice que el programa tendrá dificultades a menos que se incorporen otras marcas. Judd piensa que eventualmente se sentirán obligadas a considerarlo.

“Es inevitable que si el programa de H&M funciona, entonces otras marcas van a sentir la presión porque están en muchas de las mismas fábricas. Además, el gobierno va a sentir la misma presión porque el gobierno está en último término a cargo de establecer el salario y están en medio de ello en estos momentos,” dice Judd.

Mientras tanto, las trabajadoras(es) de la confección de Camboya esperan saber cuánto ganarán el año próximo (2014). Algunos sindicatos independientes ya están amenazando con más acciones a menos que el salario mínimo se duplique y llegue a US$ 150.

 

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