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25-03-2008
Kristi Ellis
Women's Wear Daily
Traducción RSM
WASHINGTON - La última vez que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA por sus siglas en inglés) fue un tema de campaña presidencial en EE. UU., el candidato presidencial independiente, el multimillonario Ross Perot, advirtió sobre el "gigantesco sonido de aspiradora" de los empleos estadounidenses yéndose a México.
El año era 1992, cuando Bill Clinton fue elegido.
Avanzando enla carrera de este año por la Casa Blanca: la economía estadounidense se está desacelerando y el TLCAN es nuevamente un punto en la discusión, 14 años después de ser promulgado por los EE. UU., México y Canadá y con mucha de la migración de empleos prevista por Perot siendo ahora una realidad.
Los oponentes argumentan que el TLCAN refleja una política comercial fallida, que llevó a la pérdida de cientos de miles de empleos en manufactura. Los defensores argumentan en contra diciendo que el acuerdo dio un impulso a las exportaciones estadounidenses y estimuló el crecimiento económico, creando empleos y fortaleciendo además la democracia en un México políticamente volátil.
El acuerdo representa un modelo que sindicatos y grupos de derechos laborales quieren cambiar. No esperan necesariamente que los empleos vuelvan masivamente a EE. UU. si es que se vuelve a redactar el TLCAN, sino que tratan de parar acuerdos comerciales que sostienen dan a las empresas incentivos para irse a otros lugares.
Los senadores Barack Obama (de Illinois) y Hillary Rodham Clinton (New York), que luchan por la nominación del Partido Demócrata, han definido al TLCAN como un mal tratado para los trabajadores estadounidenses y prometen renegociar el pacto. El presidente podría reabrir las conversaciones, pero el Congreso tendría posiblemente la aprobación final.
El próximo presidente debe estar "verdaderamente comprometido a arreglar el TLCAN", dijo Clinton. "He dicho que renegociaré el TLCAN y tendré un plan específico de cuatro partes para hacerlo." Sus propuestas incluyen: fortalecer el cumplimiento, disposiciones laborales y ambientales, revisiones regulares del acuerdo, y cambiar disposiciones sobre inversión que dan derechos especiales a empresas extranjeras.
En su argumento para enmendar el pacto, Obama dijo que el TLCAN "dio amplios derechos a los inversionistas [pero] no da importancia a los derechos laborales y a la protección ambiental."
Se espera que tanto Obama como Clinton tomen el TLCAN y otros temas comerciales, particularmente con China, en la campaña previa a la primaria de Pensilvania, el 22 de abril, porque el estado ha perdido casi 200,000 empleos en manufactura desde el año 2000, según cifras del gobierno estadounidense.
Clinton ha sido criticada por el apoyo de su esposo al TLCAN. Y su agenda como primera dama, que fue dada a conocer la semana pasada, muestra que asistió a una manifestación pro TLCAN cuando Bill Clinton era presidente.
El TLCAN también ha generado problemas en la campaña de Obama, debido a una controversia sobre si un asesor de Obama le dijo a un funcionario de la embajada canadiense que el senador por Illinois en realidad estaba usando el tema del TLCAN para posicionarse políticamente entre sus seguidores más cercanos y que no tenía intención de hacer los cambios que estaba prometiendo.
El senador republicano John McCain (Arizona), el virtual nominado de ese partido, define a sus oponentes demócratas como proteccionistas y argumenta que sus propuestas de renegociar podrían poner en peligro las relaciones comerciales de EE. UU. con otros países.
"No creo en el asilamiento ni en el proteccionismo," dijo McCain en Pensilvania, informó Reuters. "Tenemos que parar esta actitud proteccionista contra el TLCAN."
Obama y Clinton se están distanciando del TLCAN y promoviendo una renegociación porque "una gran parte del público estadounidense se ha puesto en contra del comercio y culpa al TLCAN por sus vicisitudes," dice Robert Reich, que fue secretario de trabajo con Bill Clinton y ahora es profesor de política pública en la Universidad de California en Berkeley.
"Todo el debate está fuera de lugar - no debería ser sobre el TLCAN," dice Reich. "Debería ser sobre cómo reducir las crecientes ansiedades de los trabajadores fabriles y la clase media estadounidenses sobre el tema del comercio."
Reich, uno de los defensores del TLCAN cuando era secretario de trabajo, dijo que el comercio internacional no es la única causa de la pérdida de empleos en EE. UU., citando que también están el aumento de la productividad, la automatización y los avances tecnológicos.
David Spooner, secretario adjunto de administración de importaciones en el Departamento de Comercio, dijo que el asunto del TLCAN en la campaña presidencial esta hueco para la industria de la moda porque muchos importadores de indumentaria y productores textiles domésticos se han beneficiado con el acuerdo.
"En nuestra industria textil [que estuvo dividida sobre el tema del TLCAN], algunas de las empresas textiles estadounidenses más exitosas hoy en día son las que aprovecharon el TLCAN e invirtieron en México y sus inversiones apoyan los empleos estadounidenses," dijo Spooner.
Añadió que a él no le sorprendía que el TLCAN "haya seguido siendo un tema discutible entre la gente" porque siempre escucha quejas sobre pérdidas de empleos vinculadas al acuerdo comercial.
"Los hechos son diferentes", dice Spooner. "Más del 90 por ciento de nuestro déficit comercial es con países con los cuales no tenemos acuerdos comerciales."
El sector textil y del vestido de EE. UU. ha perdido más de un millón de empleos desde 1994. Aunque la industria culpa principalmente al comercio internacional, también se ha beneficiado de los acuerdos comerciales, con nuevos mercados de exportación para telas e hilados mediante normas restrictivas que fuerzan a importadores estadounidenses a usar textiles hechos en EE. UU. para su producción de confecciones en el exterior.
Cualquier discusión legítima de la política de comercio internacional de EE. UU. y los problemas asociados con esa política comienza con China," dice Auggie Tantilo, directora ejecutiva de la American Manufacturing Trade Action Coalition. "La falla en identificar y discutir el tema de China de frente es un señal clara de la falta de seriedad sobre el tema de comercio exterior en esta campaña."
Sin embargo, el movimiento laboral organizado - el cual ha sido un catalizador en llevar el tema del TLCAN al debate presidencial - argumenta que la reforma del tratado es una acción apropiada para comenzar a crear una política de comercio internacional que amortigüe el impacto del comercio en los trabajadores estadounidenses.
"Esta discusión sobre la reforma del TLCAN es muy buena," dice Bruce Raynor, presidente general del UNITE HERE. "Parte de la renegociación del TLCAN es que no queremos nuestro trastornado, asi que tenemos que tener un porcentaje del mercado para empresas estadounidenses que esté protegido en los acuerdos comerciales y el TLCAN es el lugar apropiado para comenzar con esto."
Raynor dice que los empleos estadounidenses en textiles y confecciones siguen siendo vulnerables a acuerdos comerciales como el TLCAN, aunque reconoció que China es un tema importante que debe ser tratado.
Pero Erik Autor, vicepresidente y asesor en comercio internacional en la Federación Estadounidense de Minoristas [National Retail Federation], describe a las maniobras políticas presidenciales sobre el TLCAN "como una ‘tempestad en un vaso de agua'".
"Es un tema que da risa," dice. El asunto es que aquellos empleos [en textiles y confecciones] que se trasladaron a México se hubieran ido con o sin el TLCAN."
El déficit comercial en confecciones y textiles con China - el mayor exportador de confecciones y textiles a EE. UU. - fue de US$36.600 millones en 2007, comparado con un déficit comercial en confecciones y textiles con México de US$2.400 millones y US$1.400 millones superávit comercial con Canadá, según la Oficina de Textiles y Confecciones del Departamento de Comercio de EE. UU..
Canadá es el mayor socio comercial de EE. UU., exportando US$78.200 millones en combustibles minerales y petróleo y US$60.300 millones en autos a los EE. UU. el año pasado.
México, el tercer socio comercial de EE. UU. después de Canadá y China, exportó US$54.800 millones en maquinaria y equipos eléctricos y US$39.900 millones en autos en 2007.
Sin embargo, tanto México como Canadá han perdido una suma significativa de producción textil y de confecciones desde la eliminación de las cuotas globales en 2005, lo que hizo que países de bajo costo laboral como China y Vietnam sean más atractivos para las marcas de ropa estadounidenses.
En el año pasado, México cayó a ser el quinto mayor proveedor de confecciones a los EE. UU. en 2007 de ser el segundo mayor proveedor en 2006, disminuyendo el volumen de confecciones exportadas en un 18.05 por ciento, equivalente a 1.2 millones de metros cuadrados (EMC). México sigue siendo el tercer proveedor de confecciones y textiles detrás de China y Pakistán, pero China produce la mayor parte. Canadá cayó al quinto mayor proveedor de textiles y artículos para el hogar en 2007 de tener el tercer puesto en 2006, con sus exportaciones cayendo de un 21.24 por ciento a 1.790 de EMC.
Pero los tres países siguen teniendo vínculos comerciales robustos. El comercio total entre los socios del TLCAN se triplicó entre 1993 y 2007, pasando a US$930.000 millones de US$297.000 millones, según la oficina del Representante Comercial de EE. UU.
El empleo en el sector de la maquila para exportación de confecciones, textiles y cuero cayó un 13.1 por ciento en 2006, según la Red de Solidaridad de la Maquila, una organización no gubernamental, de acuerdo a cifras del gobierno mexicano. La cantidad de fábricas maquiladoras textiles y de confecciones en la frontera cayó a 550 en 2006 de 1,100 en 2000.
"El TLCAN debía proveer empleos a México, pero hemos visto otros cambios en las normas comerciales que dan por tierra cualquier beneficio que pudiera haber recibido México," dice Bob Jeffcott, analista de políticas de la Red de Solidaridad de la Maquila. "El fin del sistema de cuotas de importación en 2005 ha tenido un impacto extremadamente significativo en México. Desde entonces, hemos visto muchos cierres de plantas [textiles y de confecciones] al trasladar las empresas su producción a América Central o Asia, así como un corte significativo en los pedidos [a las maquiladoras].
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Surge el TLCAN como tema de las elecciones de EEUU - Women's Wear Daily 25 marzo 08.doc | 37.5 KB |