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01-02-2008
El lunes 21 de enero, los trabajadores de la fábrica de jeans Vaqueros Navarra, en Tehuacán, México, quienes dos meses antes habían votado para ser representados por el Sindicato independiente 19 de Septiembre, volvían a trabajar después de unas prolongadas “vacaciones” no pagadas.
Al llegar a la fábrica, se les dijo a los trabajadores que no había suficientes pedidos para reabrir la planta ese día y que debían volver en dos días más.
Sin embargo, cuando regresaron el 23 de enero, se les informó que la fábrica cerraba de forma permanente. Una vez más el pretexto fue la falta de pedidos.
Después de recibir información de parte de su comité sindical, sobre el estatus de las negociaciones con la empresa en cuanto al pago de las indemnizaciones, los trabajadores decidieron marchar por las calles de Tehuacán en protesta por el cierre y la falta de disposición de la patronal de pagar la indemnización plena y otros derechos establecidos por ley.
Los trabajadores bloquearon el tráfico en el centro de la ciudad por 30 minutos y luego trasladaron la protesta al otra fábrica, propiedad del presidente local de la Cámara de la industria del Vestido.
Al momento de escribir este artículo continuaban las negociaciones entre el sindicato y la patronal sobre el pago de la indemnización.
Mientras tanto, crece la evidencia de que la fábrica fue cerrada no por falta de pedidos sino porque el empleador quería deshacerse del sindicato independiente.
Según la Comisión de Derechos Humanos y Laborales del Valle de Tehuacán, todas las otras fábricas propiedad de inversionistas del Grupo Navarra están operando actualmente, indicando que la empresa podría estar derivando a las otras los pedidos de la fábrica Vaqueros Navarra.
Asimismo, la RSM recibió informes de dos empresas de marcas que intentaron dirigir pedidos a la fábrica Vaqueros Navarra, pero que su vendedor, PL Industries, se negó a hacerlo. Según la Comisión, los dueños clave del Grupo Navarra están también asociados estrechamente con PL.
Mientras tanto, dos meses después del recuento del 23 de noviembre, en el que los trabajadores votaron para ser representados por el Sindicato 19 de Septiembre, las autoridades laborales del Estado de Puebla aún no han emitido la resolución de que el Sindicato 19 de Septiembre tiene el derecho a la titularidad del contrato colectivo de trabajo en la fábrica.
Antes del recuento, un “sindicato oficial” corrupto, afiliado a la CROC, tenía la titularidad del contrato colectivo sin tener el consentimiento de los trabajadores.
En el recuento del 23 de noviembre por la representación sindical, 263 trabajadores votaron por el Sindicato 19 de Septiembre, 187 por otro sindicato oficial afiliado a la CROM y sólo 3 trabajadores votaron por seguir con el sindicato de la CROC.
La victoria del sindicato independiente 19 de Septiembre sentó un precedente, particularmente dado el hecho de que la votación fue realizada dentro de la fábrica y a viva voz en lugar de por voto secreto.
Los trabajadores tuvieron que declarar en forma individual a qué sindicato apoyaban frente a los patrones y a dirigentes de los sindicatos oficiales corruptos. Antes de la votación, personal de gerencia les habían transmitido en reuniones privadas que si el sindicato independiente ganaba el recuento se cerraría la fábrica.
A pesar de estas amenazas y de la naturaleza nada democrática de la votación, los trabajadores afirmaron su derecho de ser representados por un sindicato de su elección.
La RSM hace un llamado a todas las marcas estadounidenses, que han tenido una relación de negocios con el Grupo Navarra, para que le digan a su proveedor que cerrar una fábrica para deshacerse de un sindicato es una grave violación a sus códigos de conducta.
La RSM insta también a las marcas que aseguren que si la fábrica no puede ser reabierta, los trabajadores reciban, al menos, el pago pleno de la indemnización que corresponde y todos los otros derechos establecidos por ley, así como oportunidades de empleo alternativo.