18-04-2012

Arriba: Heath Kimhour da su testimonio ante el Tribunal

Heath Kimhouri tiene problemas para llegar a fin de mes. Su salario básico de US$ 66.00 por mes en la fábrica de confecciones Grand Twins, en Camboya, ni siquiera se acerca a lo necesario para mantenerse a sí misma y su familia. Para aumentar su ingreso a nivel de supervivencia, Heath trabaja dos horas extra todos los días y los días feriados. Aun con las horas extra, a veces tiene que pedirle prestado dinero al dueño de su casa a un interés anual del 20%.

"Si me enfermo, no tengo dinero para el tratamiento," dice ella. "También me preocupa no tener dinero para cubrir los costos para que mi hijo vaya a la escuela porque no he ahorrado lo suficiente, pero... con mi ingreso, ni siquiera puedo cubrir los gastos diarios."

Heath dio de esta manera su testimonio ante el Tribunal Popular sobre el Salario Digno, que se realizó en la capital Phnom Penh el 5 y 6 de febrero, organizado por la Alianza Asiática por el Piso Salarial. El tribunal expuso los salarios de pobreza que se pagan a las trabajadoras(es) de la confección en Camboya, así como las condiciones de trabajo en la industria del vestido del país. No sorprende que la historia de Heath sea algo común.

El tribunal encontró que la combinación de una mala nutrición, jornadas de trabajo excesivas, y la exposición a ambientes de trabajo calurosos, llenos de polvo y sustancias químicas dañinas, representa "una violación sistemática al derecho fundamental de las trabajadoras(es) a una vida humana digna."

Desmayos masivos

Las trabajadoras(es) que testimoniaron en el Tribunal también hablaron del preocupante aumento de "desmayos masivos" en varias fábricas de confecciones del país. Hace un año, más de 200 trabajadoras(es) se desmayaron en dos incidentes masivos en la fábrica de confecciones Huey Chuen. En otras fábricas también ocurrieron estos desmayos masivos.

Suon Sokhunthea, Vicepresidenta de la Federación Nacional Independiente de Sindicatos Textiles de Camboya (NIFTUC por sus siglas en inglés) culpa por los desmayos a las condiciones de trabajo y los salarios de pobreza. Ella testimonió que las trabajadoras(es) de la fábrica Huey Chuen "trabajan de 12 a 14 horas por dia, algunas utilizando pegamentos y químicos fuertes, en ambientes calurosos y mal ventilados.

"Tampoco comen comida nutritiva porque no les alcanza el dinero, y muchas tiene que hacer largos viajes en la caja de camiones para ir y venir del trabajo," añadió. Las trabajadoras(es) de Huey Chuen viajan hasta dos horas y media de ida e igual tiempo de vuelta al trabajo.

Pago de un salario digno

El Tribunal concluyó con un llamado a pagar un salario digno a las trabajadoras(es) de la confección camboyanas, aumentándolo al menos a una cifra entre US$ 185-200 por mes, lo suficiente para alimentar a una familia y dar a sus hijos el cuidado básico de salud y necesidades educativas.

Es una suma pequeña cuando se compara con las ganancias que se obtienen por su trabajo. En 2011, Puma, que se aprovisiona de prendas en la fábrica Huey Chuen, reportó ganancias netas de US$ 304.3 millones. Puma podría haberle pagado el año pasado, a las 3,400 trabajadoras(es) de Huye Chuen, US$ 100.00 adicionales por mes y aun así tener ganancias de U$S 300 millones.

Más desmayos

Justo al término del Tribunal, ocurrieron nuevos incidentes de desmayos masivos en la fábrica Nanguo Garment, después que las trabajadoras(es) fueran forzadas a trabajar horas extra por encima de los límites legales. La fábrica produce prendas de marca para la NFL, NHL y JC Penney.

Camboya ha sido sitio de numerosos programas de responsabilidad social empresarial en los últimos doce años. Que se siga pagando tan poco a las trabajadoras(es) al grado que no puedan alimentarse adecuadamente representa una seria falla de estos programas y un desafío que debe enfrentarse con determinación. La Alianza Asiática por el Piso Salarial está presionando a las empresas para que enfrenten ese desafío.