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Ciudad Acuña, México: PKC admite la firma de un contrato de protección para mantener fuera a un sindicato independiente

14-11-2012

Arriba: Trabajadoras(es) de Arneses y Accesorios reunidos en la oficina de CFO

 

El 30 de enero pasado, ocho mil trabajadores(as) de la fábrica de autopartes Arneses y Accesorios de México, en Ciudad Acuña, fueron informados por la gerencia que la empresa había firmado un contrato colectivo de trabajo con la Confederación de Trabajadores de México (CTM), sin su conocimiento o consentimiento previo.

En un mensaje grabado, Frank Sovis, Presidente de Operaciones Norteamericanas del Grupo PKC, propietario de la fábrica, les dijo que su empresa había firmado el acuerdo con la CTM "con el fin de protegerse a sí misma y a sus empleados" contra "grupos externos" que estaban "desestabilizando la paz laboral en la planta" y "para que ningún otro sindicato se involucre."

El "otro sindicato" era de hecho el sindicato local, establecido por las trabajadoras(es) de la fábrica como la Sección 307 del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana, un sindicato independiente, mejor conocido como el sindicato minero o ‘Los Mineros'.

Sovis siguió diciendo: "Ustedes se preguntarán ¿cuál es el mejor sindicato? Nosotros decimos que la CTM porque representa a trabajadores de la industria automotriz. ¿Cuánto costará la cuota sindical? Nada, porque la empresa pagará, de modo que la CTM ni siquiera tenga que entrar a la planta y no tenga nada que ver con ustedes."

En México, con frecuencia, cuando las trabajadoras(es) intentan formar o unirse a sindicatos independientes, sus empleadores responden a ello firmando lo que se conoce como "contratos de protección" con sindicatos corruptos, dispuestos a vender sus servicios para proteger a la empresa de la amenaza de un sindicato independiente y para mantener los salarios y prestaciones al mínimo posible.

Según Lorraine Clewer, del Centro de Solidaridad de la AFL-CIO, "aunque el sindicalismo de protección es común en México, no estoy segura de haber visto nunca un caso tan flagrante en el que un alto ejecutivo de la empresa anuncie públicamente a las trabajadoras(es) que ha elegido al sindicato, firmado el contrato y pagado las cuotas."

Una historia de organización

Las trabajadoras(es) de la fábrica Arneses y Accesorios han estado involucradas por mucho tiempo en organizarse para defender sus derechos. Según Julia Quiñonez, Coordinadora del Comité Fronterizo de Obrer@s (CFO), hace ya varios años las trabajadoras(es) formaron un comité y pudieron negociar mejoras con el dueño anterior de la fábrica, Alcoa.

"La empresa se dio cuenta que se beneficiaba cuando podía tener ese diálogo con los trabajadores," dijo Quiñonez. "El Comité funcionaba como un sindicato de facto, hacia sus pliegos y documentaba sus casos, y lograron muchas cosas."

Pero eso cambió en 2009, cuando la fábrica fue vendida a un inversionista de riesgo quien le dijo a las trabajadoras(es) que a él no le interesaba continuar con el diálogo. Como resultado, las trabajadoras(es) decidieron formalizar su comité como un sindicato y se afiliaron al sindicato Minero.

En 2011 la fábrica fue vendida nuevamente, esta vez al Grupo PKC de Finlandia. Los Mineros se contactaron con PKC poco después de la compra, solicitando a la empresa que negociara con la sección del sindicato pero, según Clewer, "es posible que la empresa haya confiado en asesores locales y elegido otra ruta."

Aumenta la presión sobre PKC

La fábrica de PKC en Ciudad Acuña produce autopartes para Ford, Chevrolet, Volvo, General Motors, el Ejército de EE.UU. y otros. Según Clewer, se le ha solicitado a algunos de esos compradores, muchos de los cuales están sindicalizados, que presionen a PKC para que respete la libertad de asociación de las trabajadoras(es).

En México, Los Mineros le han solicitado al gobierno estatal que ordene un recuento sindical para determinar qué sindicato representa a la mayoría de las trabajadoras(es) en la fábrica y tiene por lo tanto derecho a negociar en su nombre.

La respuesta absurda del gobierno fue que el sindicato minero no estaba autorizado para representar a las trabajadoras(es) por la naturaleza del trabajo en la planta, que no entra dentro del mandato del sindicato (la minería o metalurgia). Sin embargo, la sección del sindicato y sus simpatizantes están claros que su trabajo, produciendo arneses de cables, está dentro del ámbito del sindicato y apelaron la decisión.

En México, un proceso de apelación como éste puede demorarse meses o incluso años, y si llegara a ganarse pudiera estar lleno de irregularidades. Por esa razón, el sindicato minero y los afiliados de la sección 307 tienen la esperanza de que los accionistas de PKC, y otros que los apoyan, puedan ejercer la presión suficiente sobre la empresa para convencerla de que elimine el contrato de protección y reconozca y negocie con el sindicato independiente.

 

Comité Fronterizo de Obrer@s

El Comité Fronterizo de Obrer@s (CFO) es una organización de base que trabaja en temas laborales en algunas comunidades mexicanas de la frontera de México con EE.UU., el cual celebra su 32 aniversario este abril. El CFO enseña a las trabajadoras(es) sobre sus derechos y pone un énfasis especial en temas de género.Su equipo de 16 integrantes es coordinado por Julia Quiñonez, quien ha estado en el CFO desde hace 25 años, cuando se incorporó como trabajadora de maquila.

Como resultado de su esfuerzo en apoyo de las trabajadoras(es) en la planta de PKC, el CFO, y específicamente Quiñonez, han sido objeto de amenazas e intimidación. Más recientemente, Quiñonez cuenta que mientras acompañaba a un periodista finlandés que reportaba sobre la situación del sindicato, fue seguida, fotografiada y filmada por hombres con uniformes de seguridad privada. Quiñonez sospecha que trabajan para la empresa.

Este tipo de intimidación no puede ser tomado a la ligera en un lugar como Coahuila, un Estado que sufre altos niveles de violencia e impunidad, en gran parte como resultado del narcotráfico. Pero a pesar de estas preocupaciones, Quiñonez está comprometida con esta lucha, la cual define claramente como una lucha de las mujeres.

Ella describe el rol y la participación en aumento de las mujeres en las luchas obreras en la frontera con las siguientes palabras: “Las compañeras han sido las visionarias de las campañas. Es un trabajo conjunto con los compañeros pero con un liderazgo muy marcado por las mujeres, y con logros que han sido para las mujeres. El Comité de trabajadores en la planta negoció mejores condiciones para las mujeres embarazadas y fue la primera fábrica en la región donde se lograron instalar cuartos de lactancia materna. Estos son logros de las mujeres; no se les dieron porque los empleadores fueran buenos, fueron ganados por el esfuerzo de las mujeres.”

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