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Conflicto en Haití por los derechos sindicales

16-11-2011

En algunos círculos en Haití, la industria de la confección fue ampliamente aclamada como una oportunidad económica vital para el país, particularmente después del devastador terremoto de enero de 2010. Aunque la creación de aproximadamente 26,000 empleos en el país es algo ciertamente bienvenido, los beneficios plenos de estos empleos sólo se sentirán si son respetados los derechos legales de las trabajadoras(es), incluido el derecho a formar sindicatos y negociar colectivamente, y el de recibir un salario digno.

Aproximadamente el 90% de las exportaciones de Haití a los EE.UU. son confecciones, con la ayuda de programas comerciales especiales que les dan acceso libre de aranceles a los mercados estadounidenses. Vinculados a esos beneficios comerciales, la Organización Internacional del Trabajo y la Corporación Financiera Internacional lanzaron el programa Mejor Trabajo Haití, en 2009, que monitorea las condiciones de trabajo en 29 fábricas haitianas e informa públicamente sobre su cumplimiento con los estándares laborales.

Salarios no pagados

El último informe público del programa Mejor Trabajo, emitido en octubre, indica que el cumplimiento con dichos estándares todavía es algo remoto. Noventa y uno por ciento de las fábricas ni siquiera están pagando el salario mínimo de Haití, que es de US$ 6.20. Ochenta y siete por ciento no cumplen con los horarios de trabajo legales. Sólo una de las fábricas tiene un sindicato funcionando.

Ataques antisindicales

Buscando cambiar esta falta de representación sindical, un grupo de trabajadoras(es) haitianas registraron un nuevo sindicato que cubriría a toda la industria, Sendika Ouvriye Takstil ak Abiman (SOTA), ante el Ministerio de Acción Social y Trabajo, el 16 de septiembre de 2011.

Sin embargo, según la federación sindical a la cual está afiliado el SOTA, poco después de darse registro, seis de los siete trabajadores(as) integrantes del comité ejecutivo fueron despedidos o forzados a renunciar de las fábricas en que trabajaban.

La fábrica Génesis, que produce casi exclusivamente para la empresa canadiense Gildan Activewear, fue la primera en despedir a dirigentes del SOTA: un trabajador fue forzado a renunciar el 23 de septiembre y tres más despedidos el 26. Otra fábrica que produce para la marca Hanesbrands, One World Apparel, despidió al secretario general de SOTA el 26 de septiembre, después que repartiera folletos fuera de la fábrica, antes de comenzar su turno de trabajo.

"El hecho de que casi todos los miembros del comité ejecutivo hayan sido despedidos pocas semanas después de su surgimiento como líderes sindicales, así como las circunstancias específicas de los despidos, definitivamente sugiere que éstos fueron resultado directo de la decisión de los trabajadores(as) de ejercer su derecho a la libertad de asociación," dijo Scott Nova, del Consorcio por los Derechos de los Trabajadores (WRC), que está presionando para la reinstalación de los despedidos.

Pidiendo acción

La RSM, el WRC y más de otras veinte organizaciones, están exigiéndole a Gildan y Hanesbrands que aseguren que los dirigentes sindicales despedidos sean reinstalados inmediatamente, incluso si es temporalmente, mientras se realiza una investigación de  los despidos. Actualmente Mejor Trabajo está realizando un ejercicio de investigación de los hechos en las fábricas involucradas.

"No es aceptable que los dueños de fábrica puedan despedir a trabajadores(as) por organizarse para defender sus derechos," dijo Yannick Etienne de Batay Ouvriye, una organización haitiana que trabaja junto a SOTA, durante una visita reciente a Canadá. "Esperamos que la gente de Canadá apoye a los trabajadores(as) despedidos en su lucha por ser reinstalados inmediatamente."

Veintiún organizaciones estadounidenses y haitianas firmaron y enviaron una  carta a Gildan y Hanesbrands urgiéndoles que asegurarán el respeto a  los derechos de los trabajadores(as) que fabrican sus productos. "Ejercer su derecho a promover salarios justos y condiciones de trabajo seguras y dignas es un medio importante por el cual el pueblo haitiano puede mejorar sus circunstancias económicas, superar la pobreza que ha plagado al país por tanto tiempo, y asegurar un futuro viable," decía la carta.